Luego la segunda etapa es la del absurdo, la preocupación constante por todo, miedo, responsabilidades, expectativas, millones de exigencias, etc.. resumiendo, lo que normalmente identificamos como tonta del culo.
Eso sí, la tercera que es la actual, es flipante, me muevo por emociones, con el raciocinio suficiente para una vez escrupulosa y concienzudamente valorados los pros y los contra de cada decisión, en 0,003 milésimas de segundo, decir: – ¡si es que me sale del corazón!-, no voy a dudarlo, ¡al ataaaaqueeee!
La prueba más fehaciente de lo que digo y con la que he materializado lo que hago es mi casa de campo.
Para empezar se llama “ el gallinero”, ¿quién llamaría a su casa así?. Pues bien, yo. Claro que no hay que hacer logaritmos para encontrarle sentido. Allí iba un gallinero, y como consecuencia de mis celos hacia las gallinas por tener un hogar en mi solar, y yo no, decidí sacar las garras y quedarme con su terreno para mí. Claro que todo esto dicho así, tiene pinta de maldad, pelusa o tirria hacia las gallinas, pero nó, porque nunca las conocí y nuestra relación solamente se restringía a mis fantasías de paraíso sostenible en mi parcela.
Mi casa es un compendio de impulsos sobre momentos y situaciones, fantasías y realidades, hecha en 3 o 4 veces, fui añadiendo dependencias según avanzaba la casa y de dudosa credibilidad arquitectónica, pero…., una cosa sí, es una auténtica monada, con una luz y un calorcito a hogar genuino, y con una voz que te dice: ¡me quiero quedar aquí!
Cambié las ventanas 3 veces, para encontrar el tono de la pintura de las paredes tuve una crisis de identidad, que sí, que yo quería encontrar una unión mística entre el color de mi casa y mi espíritu, y ya no te cuento con la pintura del resto de cosas, no me he dejado nada sin pintar, cuando digo nada, es nada.
Lo mejor de todo es la orientación, como recordaréis era un proyecto de gallinero, y… ¿dónde se ponen las gallinas en un solar de 3000 metros? Pues sí, eso es: en la esquina más apartada de todo, donde nunca vayan a oler ni molestar. Pues sí queridos amigos, allí estoy yo, en la esquina del solar, pero lo mejor es que veo todos los metros del solar desde allí. Ocupo el puesto del Gallo, que es el punto de vigilancia del solar. Y eso quieras que no, te da cierto subidón, yo vigilo, yo mando.
Así que de todo esto deduzco, que si bien es cierto que de tus decisiones depende tu vida, a veces las decisiones sin tanta previsión y organización, te pueden regalar cosas preciosas que no imaginarías.
Tendemos a angustiarnos sino tenemos todo controlado. Nos encantaría tener un análisis detallado, como el gabinete de crisis de la Casa Blanca antes de lanzar un misil. Una previsión de riesgos y posibilidades sobre el éxito, o bien daños que pudieran ocasionarse en la misión. Por su puesto escuchar las opiniones y consejos de todos los expertos y después decidir, sabiendo que has hecho todo lo posible para no errar.
Pero, la realidad es que ni la vida es invariable y controlable, ni las personas tampoco.
No pretendo hacer apología de la vida alocada y sin rumbo, pero sí me gustaría resaltar que a veces, no querer tener todo perfectamente calculado, no trabajar demasiado sobre los planes futuros, puede depararte experiencias chulas y divertidas de las que te enriquecen.
Tal vez si yo hubiese pensado estratégicamente, nunca habría construido esta casa, pero tampoco hubiese disfrutado de las vistas que tengo de la parcela, ni de que mi perra tenga mucho espacio para correr y yo la vea todo el tiempo, o que mi porche quede al aire y parezca que estoy en un acantilado.
O simplemente, de escribir este post en ese porche en el que nunca cesa el viento y me llena de calma.
Así que, este es mi mensaje: “Lánzate y actúa” El mundo es de los intrépidos, a veces incluso algo estúpidos, pero son capaces de hacer cosas que alguien con mucha más preparación, formación y estudio, nunca harán por temor a que el trabajo no sea perfecto y satisfacer esa sensación de falso control.
De mis habitaciones a falsa escuadra y su decoración, ya os hablaré otro día.
¡¡Vivan los locos!!
Soy fuerte y valiente, y todo va a ir bien
